lunes, 29 de diciembre de 2008

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El origen de ¡¡Viva Cristo Rey!!


Se trata de acontecimientos recientes, de hace unos decenios, que sin embargo parecen enterrados bajo una cortina de olvido y silencio. Aquí están contándonos por enésima vez las atrocidades, ciertas o presuntas, de los conquistadores del siglo XVI, y callando, al mismo tiempo, de manera obstinada, lo de los cristeros del siglo XX. Un silencio no casual, porque precisamente los cristeros, con su multitud de mártires indígenas, desmontan el esquema que da por forzada y superficial la evangelización de América latina.

Tratemos, pues, de refrescar un poco la memoria. Como ya hemos recordado en capítulos dedicados a la «leyenda negra» antiespañola, a principios del siglo XIX la burguesía criolla, es decir de origen europeo, luchó para liberarse de la Corona española y de la Iglesia, y tener así las manos libres para explotar a los indios, ya sin el estorbo de los gobernadores de Madrid y los religiosos. Es un «movimiento de liberación» (pero sólo para los blancos privilegiados) reunido alrededor de las logias masónicas locales, sustentadas por los «hermanos francmasones» de la América anglosajona del Norte, que precisamente a partir de ahora empieza su despiadado proceso de colonización del Sur «latino».


Cristeros del Regimiento de Valparaíso con sus familias.

Las nuevas castas en el poder en las antiguas provincias españolas llevan a cabo una legislación anticatólica, enfrentándose con la resistencia popular, constituida en su mayoría por aquellos indios o mestizos que -según el esquema actual- habrían sido bautizados a la fuerza y desearían volver a sus cultos sangrientos. En México las leyes «jacobinas» y la primera insurrección «católica» son del periodo entre 1858 y 1862.

A principios de nuestro siglo el jacobinismo liberal se hace aliado del socialismo y el marxismo locales, de manera que «entre 1914 y 1915 los obispos fueron detenidos o expulsados, todos los sacerdotes encarcelados, las monjas expulsadas de sus conventos, el culto religioso prohibido, las escuelas religiosas cerradas, las propiedades eclesiásticas confiscadas. La Constitución de 1917 legalizó el ataque a la Iglesia y lo radicalizó de manera intolerable» (Félix Zubillaga).

Cabe señalar que aquella Constitución (todavía en vigor, al menos formalmente: en sus viajes a México, las autoridades llamaron a Juan Pablo II siempre y sólo señor Woityla) no fue sometida a la aprobación del pueblo. Que no solamente no la habría aprobado, sino que en seguida dio a conocer su posición: primero mediante la resistencia pasiva y luego con las armas, en nombre de la doctrina católica tradicional, según la cual es lícito resistir con la fuerza a una tiranía insoportable.

Empezaba así la epopeya de los cristeros, así llamados, despectivamente, porque delante del pelotón; de fusilamiento morían gritando: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo y Nuestra Señora de Guadalupe!. Los insurrectos, que (igual que sus hermanos de la Vendée) militaban bajo las banderas con el Sagrado Corazón, llegaron a desplegar 200.000 hombres armados, apoyados por las Brigadas Bonitas, las brigadas femeninas para la sanidad, la subsistencia y las comunicaciones.

La guerra estalló entre 1926 y 1929. Y si al final el gobierno se vio obligado a aceptar un compromiso (y los bandoleros católicos, no obstante los éxitos, tuvieron que obedecer, contra su voluntad, a la orden de la Santa Sede y deponer las armas), fue porque la resistencia a la descristianizacion había penetrado hasta el fondo en todas las clases sociales: estudiantes y obreros, amas de casa y campesinos. Mejor dicho, en palabras de un historiador imparcial, «no hubo ni un solo campesino que, directa o indirectamente, no diera apoyo a los cristeros».

Al contrario de las revoluciones marxistas, que en ninguna parte del mundo y nunca ni siquiera en América latina pudieron realmente llegar al pueblo (esto fue evidente, por ejemplo, en Nicaragua, cuando se le dio voz al pueblo), la Cristiada mexicana fue un movimiento popular, profundo y auténtico. Centenares de hombres y mujeres de todas las clases sociales se dejaron masacrar para no tener que renunciar a Cristo Rey y a la devoción por la gloriosa Virgen de Guadalupe, madre de toda América latina. Murió fusilado, entre otros, aquel padre Miguel Agustín Pro, al que el Papa beatificó en 1988.

La resistencia más heroica se dio precisamente entre los indios del México central, que había sido cuna de los aztecas y de sus cultos negros; mientras que la casta de los «sin Dios», en el gobierno, venía de las regiones del norte, escasamente cristianizadas a causa de la supresión, en el siglo XVIII, de las misiones jesuitas.

La lucha de los cristeros en defensa de la fe fue una de las más heroicas de la historia, y ha llegado, aunque en formas no tan cruentas, hasta nuestros días. A pesar de la Constitución «atea» vigente en México desde 1917, quizás en ningún otro sitio Juan Pablo II ha tenido una acogida de masas más sincera y festiva. Y ningún santuario del mundo es tan visitado como el de Guadalupe.

¿Como explican esta fidelidad los que nos quieren convencer de que hubo una evangelización forzada, que se impuso la fe usando el crucifijo como un garrote?


Leyendas Negras de la Iglesia, de Vittorio MESSORI, publicada en versión española en 1996 por Planeta (Barcelona), en su colección "Planeta-Testimonio"




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Una película del gran director de origen irlandés, John Ford (Sean Aloysius O’Fearna), recrea el tema de la persecución religiosa en Centroamérica; "El Fugitivo" con Henry Fonda y Dolores del Río, basada en la novela de Graham Greene titulada "El Poder y la Gloria". La película transcurre en la época de la Revolución Mexicana y cuenta como un sacerdote se enfrenta al gobierno, que ha prohibido la religión y hace públicas todo tipo de disposiciones anticlericales, la policía le sigue a todas partes y él se retira a un país vecino, pero vuelve a cruzar la frontera, haciéndose pasar por campesino....




PORTADA...

jueves, 31 de julio de 2008

¿PORQUÉ ES UN ERROR PROPONER CUMPLIR LA ACTUAL LEY DEL ABORTO?

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El aborto se ha aceptado dentro de unos límites "razonables", similares en todos los países occidentales con normalidad. Se ha asumido socialmente, incluso en el ambiente conservador-católico español.

No hace falta ser católico para conocer que existe "vida humana" desde el momento de la concepción y que es única e irrepetible, pero además siendo católico existe el precepto moral de la Iglesia que prohibe cualquier colaboración con el aborto, reprobándolo de forma contundente. No se comprende que desde algunos medios de comunicación "católicos" se toleren, sin debatir, que se lancen mensajes a favor de cumplir una legislación que permite eliminar "legalmente" vidas humanas, aunque esté social y "razonablemente" aceptado. La moral católica nos enseña que existe la culpa por colaborar con el mal y el pecado de omisión.



Según los datos que conocemos, alrededor del 97% de los abortos practicados corresponden al supuesto de riesgo para la salud síquica de la madre. Se supone que dentro de este número estarían los abusos de la ley que permite abortar falsificando los informes médicos. Los partidos políticos conservadores y sus organizaciones afines (1) proponen vigilar el cumplimiento de la ley eliminando los fraudes y así, en teoría, disminuir drásticamente el número de abortos:



1- En todos los supuestos se trata de eliminar una "VIDA HUMANA", única e irrepetible y con un alma inmortal. Por métodos que van desde el "envenenamiento" al "troceamiento" dentro de la madre, cuando los fetos nacen vivos suelen ser asfixiados (2).





2- Alrededor de un 3% de los abortos lo son por "malformaciones" del feto y "enfermedades congénitas". En España las cifras totales de abortos durante el pasado año varían de 120.000 a 180.000 intervenciones. Estamos condenando a muerte de 3.600 a 5.000 niños por el hecho de ser "disminuidos físicos ó psíquicos" (3) (4).



3- Haciendo cumplir la actual ley se limitarían los fraudes en los informes médicos que supuestamente agilizan los trámites y beneficia el negocio de las clínicas abortivas, pero no elimina el hecho de que un médico ó psicólogo según "su criterio" autorice un aborto, porque se mantiene el supuesto indefinido de "riesgo psicológico para la madre".



4- Siendo realistas, dada la aceptación del aborto por un sector amplio de la sociedad, la tolerancia con la ley y la pasividad con la que han actuado los responsables políticos en los casos de abusos escandalosos de las clínicas abortivas, ¿podríamos confiar en el celo que pusieran las autoridades en hacerla cumplir?. Hace aproximadamente un año saltaba el escándalo de los fetos tirados directamente a la basura, algunos de avanzado estado de gestación, la Comunidad de Madrid gobernada por el partido que propone "hacer cumplir la ley" se NEGÓ a actuar contra la clínica implicada y recientemente no compareció en alguno de los juicios relacionados con la denuncia. Estaban próximas unas elecciones y Esperanza Aguirre pensaba más en su imagen ante los "votantes progresistas" que en la "dignidad humana" de los fetos. ¿Cuanto creemos que se reducirían "realmente" el número de abortos, confiando en el "interés real" de la autoridades en hacer cumplir la ley?
Siendo "utópicos" y muy optimistas con el cumplimiento de la ley y eliminando "el supuesto de riesgo psicológico de la madre", se podrían reducir, supongamos de 5.000 a 10.000 abortos al año, ¿5.000 asesinatos serían aceptables?. Imaginemos que cada año tuviéramos que realizar un sacrificio humano a un Dios primitivo, eligiendo 50 niños de 100 colegios para ofrecérselos.......



5- ¿Qué ordenamiento jurídico ó moral puede permitir como opción posible el asesinato de inocentes?, si se admite la eliminación de vidas humanas por convencionalismo social ¿qué ley ó principio moral va a ser exigible, sobre qué fundamento?. ¿Cómo criticar las "razones" de un terrorista ó un genocida?.
 En palabras de Juan Pablo II; "quien negara la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida aunque todavía no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. NUNCA SE PUEDE LEGITIMAR LA MUERTE DE UN INOCENTE. SE MINARÍA EL MISMO FUNDAMENTO DE LA SOCIEDAD"



6- La aceptación social del aborto por parte de los conservadores es una consecuencia indirecta de asumir el juego democrático. Algunos medios católicos han intentado ser "unos principios" entre los que participan en la contienda política pero han acabado imnotizados por el juego en sí. Han confundido participar en democracia con asumir de una forma más ó menos abierta la opinión de la "mayoría" como una referencia. Éste es en general el fundamento del sistema y también del "relativismo". Además por la necesidad de que ganen los teóricamente afines frente a los contrarios, como en una carrera de obstáculos en la que hay que desprenderse de lo que suponga "lastre" para llegar primero a la meta.



7- Una postura peligrosa y extremadamente perjudicial por parte de algunos medios católicos sería no proponer una postura "clara" sobre este tema, jugando a la ambigüedad de parecer que lo condenan pero permitiendo con insinuaciones y frases que se dejan caer en el momento oportuno que la opción de hacer "cumplir la actual ley del aborto" puede ser válida porque existe un opción aún peor (5). Un católico convencido no suele ser permeable a las afirmaciones negativas por parte de los sectores progresistas, sin embargo sí puede ser permeable a las que le llegan desde el ámbito católico porque confía en estos medios, así a la vez de permitir el asesinato de inocentes, se corrompe los principios morales de los católicos confiados. No nos puede extrañar que a corto ó medio plazo un católico sin una "referencia clara" acabe apoyando a un partido progresista anticristiano y a sus iniciativas. Sembrar la confusión entre los católicos con una postura poco clara, es pan de hoy para hambre de mañana, hoy conseguimos aceptación social por no contradecir a la opinión mayoritaria pero estamos educando la mentalidad de los católicos para que acabe siendo progresista.



8- Como católicos ¿qué hacer cuando la opinión de la mayoría contradice gravemente principios "no negociables", como el derecho a la vida?, ¿hasta dónde debe llegar la prudencia de no provocar más daño del que se pretende remediar?. ¿Estaríamos confundiendo "prudencia" con la comodidad de no tener que enfrentarnos a la opinión mayoritaria?. 
Seguramente ha llegado el momento de contradecir la opinión mayoritaria, enfrentarnos al ambiente de normalidad ante un crimen y defender la justicia, por "violento" que nos pueda parecer, del rechazo que recojamos y de la incomodidad. Defender la vida del inocente porque estamos tratando de salvar vidas humanas.



9- Aceptar la actual ley del aborto, aceptar "el asesinato impune dentro de la ley" es un síntoma muy grave de descomposición social que sólo puede empeorar si no reaccionamos, es asumir y apoyar un universo cruel e inhumano que la sociedad acepta con "normalidad" porque permanece oculto. Nadie discutiría el delito del asesinato de un niño porque la sencilla visión de un menor despierta nuestra empatía, sin embargo un feto se puede percibir como algo de una categoría inferior, como el proyecto de algo que será un ser humano ó en el peor de los casos, un amasijo de células, unido a la reivindicación de un supuesto derecho a decidir de la madre sobre "su cuerpo". Muchas veces se plantea diferenciar entre un feto viable ó inviable fuera de la madre, haciendo que la evolución de los avances médicos decidan sobre el derecho a la vida. 
Recientemente se le da relevancia a la situación traumática del post-aborto de las mujeres, a la falta de apoyo y la confusión que las inducen a abortar, son muy necesarias las políticas de acogimiento y orientación de las madres pero no debe hacernos desviar la atención sobre la tragedia realmente grave; el asesinato de un ser humano. Debemos superar estos condicionantes y ver a un gestante como lo que nos dice la ciencia y la moral católica "es" desde el momento de la concepción: un ser humano con todos sus derechos.



10- Debemos enfrentarnos a la corriente dominante que acepta con "normalidad" un crimen, empezando por negarle nuestro apoyo y nuestro voto a los partidos que propongan "hacer cumplir una ley del aborto, supuestamente restrictiva", que de suyo es asesina, aunque nos digan que es un "bien mayor limitar el abceso al poder de los progresistas". Las cifras y los hechos prácticos demuestran la realidad trágica que esconde en éste supuesto "mal menor".



Benedicto XVI nos pedía en su reciente viaje apostólico a EE.UU. que no temiésemos dar un testimonio "claro" y valiente de la doctrina cristiana y la defensa de la vida: "Solamente MANTENIÉNDOSE FIRMES en la enseñanza segura lograremos responder a los retos que nos asaltan en un mundo cambiante. Sólo así daremos un testimonio firme de la verdad del Evangelio y de su enseñanza moral. Éste es el mensaje que el mundo espera oír de nosotros". "Que encuentren la audacia de proclamar a Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre, y LAS VERDADES INMUTABLES que se fundamentan en Él, son verdades que nos hacen libres. Se trata de las únicas verdades que pueden garantizar el respeto de la dignidad y de los derechos de todo hombre, mujer y niño en nuestro mundo, incluidos los más indefensos de todos los seres humanos, como los niños que están aún en el seno materno".

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(1). La "Asociación Familia y Dignidad" humana formada por diputados y senadores del Partido Popular y de Unión Democrática de Cataluña propone "cumplir a rajatabla la actual ley del aborto", según ha manifestado su secretario general, Luis Peral en una entrevista reciente en el programa El Espejo de la COPE.

(2). Principales métodos de aborto; Succión o aspiración, Dilatación y curetaje (D y C), Dilatación y evacuación (D y E), Histerotomía u operación cesárea, Aborto de nacimiento parcial (D y X), Prostaglandinas, Inyección salina, Regulación menstrual, Aborto farmacológico o químico. vidahumana.org

(3). Nueve de cada 10 niños con síndrome de Down no llegan a nacer en España, según denuncia José Antonio Díez, coordinador general de ANDOC (Asociación Nacional para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia). Los abortos despenalizados por el tercer supuesto del artículo 417 bis del Código Penal (“que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas”) no llegan al 3% del total, y por tanto el año pasado fueron unos 3.000. Desde 1985 son unos 50.000. Las taras incluidas son en la práctica el SD o Trisomía 21, la Trisomía 16 y la Trisomía 18, espina bífida, anencefalia, microcefalia y malformaciones cardíacas o de extremidades aisladas. fundacionvida.net

(4). Los discapacitados, contra el aborto. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) han calificado de "discriminatorio" y "contra los derechos humanos" el supuesto que permite abortar en caso de malformación del feto, y señaló que "uno de los derechos de los discapacitados es el derecho a nacer". fundacionvida.net

(5). Por ejemplo desde la COPE se permiten manifestaciones a favor de una ley de plazos como las de Federico J. Losantos junto a condenas rotundas.

miércoles, 2 de julio de 2008

"EL DEMONIO ES PROTESTANTE". Testimonio de mi conversión al Catolicismo

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El tiempo en que buscaba objeciones

"El Demonio es protestante", fue la primera frase que pronuncié, tras mi conversión, a quienes me escucharon por más de doce años como su pastor. El escándalo fue mayúsculo. Algunos ya habían notado que mis vacaciones fueron demasiado precipitadas y quizá hasta exageradamente prolongadas. Fueron unas vacaciones raras incluso para mi familia, que me veía reticente a las prácticas habituales en casa, como la lectura y explicación de la Biblia. Ya habíamos tenido demasiadas rencillas a causa de mis nuevos pensamientos.

"Al principio fue el Verbo"

Recuerdo vívidamente los primeros movimientos de rabia que tuve al leer un artículo en una revista. Yo encontraba que la nota era demasiado radical en sus afirmaciones, demasiado rotunda para lo que yo estaba acostumbrado a leer.

No me dejaba muchos ‘flancos’ descuidados por donde atacar. O refutaba el centro del asunto o no tenia sentido desmenuzar tres o cuatro aspectos como se me había enseñado a realizar de forma automática e inconsciente. Generalmente los católicos tienen como que una cierta vergüenza por mostrar todas las cartas sobre la mesa, y como no muestran todo con claridad, es muy fácil prender fuego a sus tiendas de campaña, porque dejan demasiados lados flojos.
        
En lo personal nunca recurrí a lo que ahora entiendo como "leyendas negras", porque me parecía que era inconducente debatir basándome en miserias personales o grupales sin haber derribado la propia lógica de su existencia. Eso hice con algunas sectas o con temas como la evolución o algunos derechos humanos según se les entiende normalmente.

Reconozco que muchos de los que en ese momento eran mis hermanos caen en ese error, tratando de derribar moralmente al "adversario" diciéndole cosas aberrantes sobre su fe. Pero basta un buen argumento, y bien plantado, para que uno se vea obligado a retirarse a las trincheras de la Biblia y no querer salir de allí hasta que el temporal que iniciamos se calme al menos un poco. Pero no nos funciona a todos el mismo esquema. Muchos no se rigen tanto por la razón como por el placer de vencer en cualquier contienda.

El artículo en cuestión me obligaba a pensar sólo con ideas, porque de eso trataba. Mi manual con citas bíblicas para cada ocasión me servía poco. Cualquier cosa que dijera sería respondida con otra. No era ese el camino.

Creo haber estado meditando en el problema unas cinco o seis semanas. Hasta que resolví acudir a la parroquia católica que quedaba cerca de mi templo. El sacerdote del lugar se deshacía en atenciones cada vez que nos encontrábamos. La verdad es que él estuvo siempre mucho más ansioso de verme que yo de verle a él. En ocasiones nos veíamos forzados a encontrarnos en público por obligaciones propias del pueblo. Pero de ordinario no nos encontrábamos. Era lo que ahora se llama un "cura nuevo", con una permanente guitarra en las manos y muchas ganas de acercarse a mí.

Primera confesión de mala fe

Yo aprovechaba –Dios me perdone– para sacarle afirmaciones que escandalizaban a mis feligreses. El pobre nunca entendió que el ecumenismo muchas veces sirve más para rebajar a los católicos que para acercar a los separados. Uno tiene la sensación de que si la Iglesia puede ceder en cosas tan graves y que por siglos nos separaron, entonces realmente no le importan tanto como a nosotros, que jamás cambiaríamos una sola jota de la doctrina.

Otra cosa que solía hacer –me avergüenzo al recordarla– era tirar a mis chicos a discutir con los de la parroquia. Los pobres parroquianos se veían en serios apuros en esas ocasiones.

En el fondo yo me aprovechaba de que los chicos católicos estaban muy mal formados. Como comentábamos a sus espaldas: sólo van a la parroquia a divertirse, para repartir cosas a los pobres y para hacer ‘dinámicas de vida’, pero de doctrina y de Escrituras no saben nada.

Nos gustaba vencerlos con las cosas más tontas posibles. A veces surgían temas más sabrosos, pero con los argumentos normales bastaba para al menos hacerles callar.

El viejo párroco le plantó cara con santa paz.

Esa tarde no estaba el sacerdote de siempre. Había sido removido de la parroquia por una miseria humana comprensible en alguien tan "cálido" en su manera de ser. Cayó en las redes del demonio bajo la tentadora forma de una parroquiana, con la que ni siquiera se casó.

A cambio del párroco de siempre salió a atenderme, con una cara menos complacida, un sacerdote viejo y de mirada penetrante. Lo habían ‘castigado’ relegándolo dándole el cuidado de la parroquia de nuestro pequeño pueblecito. En los últimos treinta años la población había pasado de mayoritariamente católica a una mayoría evangélica o no practicante.

Yo generalmente acudía para refrescar mi memoria y cargarme de elementos que luego trabajaba como materia de mis prédicas, o para sondear la visión católica de alguna cosa.

El Padre M. no fue tan abierto. Me recibió con amabilidad, pero con distancia. Le planteé asuntos de interés común y me pidió tiempo para aclimatarse y enterarse del estado de la feligresía. Noté que habían sido arrancados varios de los afiches que nosotros les regalábamos cada cierto tiempo y que constituían verdaderos trofeos nuestros plantados en tierra enemiga.

En verdad quedé un poco desarmado, pero logramos charlar casi de todo. Casi... porque en doctrina comenzó él a morderme. Yo comencé a responder como de costumbre, citando con exactitud una cita bíblica tras otra, para probarle su error o mi postura.

En un aprieto que me puso, le dije: "Padre M... comencemos desde el principio" Y el varón de Dios, a quien supuse enojado conmigo, me dice: "De acuerdo: al principio era el Verbo y..."

Me largué a reír nerviosamente. Aparte de que me respondía con una frase utilizada en la Misa (al menos en la tradicional), ¡imitaba mi voz citando la Biblia!

"Pastor Boullón", me dijo luego, "No avanzaremos mucho discutiendo con la Biblia en mano. Ya sabe usted que el Demonio fue el primero en todo crimen... y por eso también fue el primer Evangélico".

Eso me cayó muy mal. ¡Me insultaba en la cara tratándome de demonio! Sin dejarme explicar lo que pensaba, se adelantó:

—Si... fue el primer evangélico. Recuerde que el Demonio intentó tentar a Cristo con ¡la Biblia en mano!
—Pero Cristo les respondió con la Biblia...
—Entonces usted me da la razón, Pastor... los dos argumentaron con la Biblia, sólo que Jesús la utilizó bien... y le tapó la boca.

Tomó su Biblia y me leyó lo que ya sabía: que cuando el Señor ayunaba el demonio le llevó a Jerusalén, y poniéndole en lo alto del templo le repitió el Salmo XC, II-12: "Porque escrito está que Dios mandó a sus ángeles que te guarden y lleven en sus manos para que no tropiece tu pie con alguna piedra"

Pero el Señor le respondió con Deuteronomio VI, 16: Pero también está escrito "No tentarás al Señor tu Dios". Y el demonio se alejó confundido.

Yo también me alejé, como el demonio, confundido. Me sentía rabioso por haber sido llamado demonio, y por lo que es peor: ¡ser tratado como el demonio en el desierto!
       
También los demonios creen y pero no se salvan.
La táctica del demonio.


Llegué a casa rabioso. Me sentía humillado y triste. No era posible que la misma Biblia pruebe dos cosas distintas. Eso es una blasfemia. Forzosamente uno debe tener la razón y el otro malinterpreta. Busqué ayuda en la biblioteca que venia enriqueciendo con el tiempo. Consulté a varios autores tan ‘evangélicos’ como yo, pero de otras congregaciones. No coincidíamos en las mismas cosas, pese a que todos utilizábamos la Biblia para apoyar lo que decíamos y demostrar que los otros se equivocaban.

Me armé de fuerzas y a la primera oportunidad, caí sobre el despacho parroquial del Padre M. Me recibió tan amable como la vez pasada, sólo que esta vez su distancia la hacía menos tajante a causa de su mirada divertida y curiosa de la razón que me llevaba otra vez a su lado.

Le largué un discurso de media hora sobre la salvación por la fe y no por las obras. Concluí –creo– brillantemente con la necesidad de abandonar a la Iglesia. Y cerré tomando la Biblia del cura y le leí Hechos XVI, 31: "¿Qué debo hacer para salvarme?, preguntó el carcelero. Cree en el Señor Jesús –respondió Pablo– y te salvarás tú y toda tu casa".

Bebí un sorbo del té que me había ofrecido y le miré desafiante, esperando su respuesta. Pasaron eternos minutos de silencio.

Cuando carraspeé, el sacerdote me dijo:

—"¿Continuará la lectura de San Pablo?"
—"Ya terminé, Padre M."
—"¿Cómo que ha terminado? ¡Continúe! Vaya a Corintios, XIII, 2.
—Leí en voz alta: "Aunque tanta fuera mi fe que llegare a trasladar montañas, si me falta la caridad nada soy"
—Entonces la fe...
—La fe... la fe... la fe es lo que salva.
—¡Vaya novedad! Me dice riendo. ¡No se bien quien creó la estrategia protestante de argumentar con la Biblia, pero creo que bien pudieron ser los demonios que ahora encontraron un buen medio para salvarse.
—¿Salvarse?
—Si.. salvarse, amigo mío. ¿Acaso no es el apóstol Santiago quien nos dice que hasta los mismos demonios creen en Dios? Y si sólo la fe salva...
—...
—No se quede en silencio, Pastor... siéntese aquí que se aliviará un poco. Si quiere seguir como el Demonio, tentándome con la Biblia, le recuerdo que ahí mismo se nos dice que esa fe no salvará a los demonios, porque "como un cuerpo sin espíritu está muerto, la fe sin obras está muerta" (c.II) Y aún así los católicos no decimos que sea sólo fe o sólo obras. Cuando al Señor se le pregunta sobre qué debemos hacer para salvarnos, Él dice "Si quieres salvarte, guarda los mandamientos" Ahí tiene usted la respuesta completa.

Me acompañó hasta la puerta y me dijo: Le dejo con dos recomendaciones. La primera es que se cuide de sus hermanos de congregación. Ya sospechan de usted por venir tan seguido. La segunda es que vuelva usted cuando me traiga alguna cita bíblica –sólo una me basta– en que se pruebe que solo debe enseñarse lo que está en la Biblia.

Caminé a casa más preocupado por los comentarios que por el desafío. Eso sería fácil.

La Biblia no es orgullosa.
"Sólo la Biblia".


Mientras buscaba una cita que respondiera al sacerdote, caí en cuenta de que estaba parado en el meollo del asunto que por primera vez me llevó a esa parroquia con otros ojos. "Si es sólo la Biblia", me dije, "entonces el problema del artículo queda resuelto: se debe probar por la Biblia o no se prueba".

Ya imaginarán ustedes el resultado. Efectivamente no encontré nada. En años de ministerio, jamás me percaté de que lo central, esto es, que sólo debe creerse y enseñarse la doctrina contenida en la Biblia, no está en la Biblia. Encontré numerosos pasajes bíblicos que le conceden la misma autoridad que a las enseñanzas escritas en la Biblia a las doctrinas transmitidas por vía oral, por tradición.

Desde este punto en adelante muchos otros cuestionamientos fueron surgiendo de la charla con el Padre M. y de la lectura de revistas y de mucha literatura escrita con fines apologéticos.

Nadando guardando la ropa y sufriendo.
El pago del mundo.


Por un momento distraeré la atención de mis incursiones a la parroquia católica. Quizás sea porque un sacerdote es esencialmente distinto a un "Pastor" protestante, o quizás por la experiencia de distintos ordenes (confesión, dirección espiritual, etc.), el Padre M. acertó en su advertencia sobre las miradas que me dirigían mis feligreses a causa de esas visitas "no estrictamente ecuménicas".

Yo aún no me había percatado de esa desconfianza, pero observando con mayor atención notaba reticencias, censuras y reproches indirectos. Aún la guerra no se declaraba. Sólo desconfiaban.

Me decepcioné mucho, pero no me dejé vencer por la tentación. El demonio –pensaba– me estaba tentando con Roma y para eso endurecía los corazones.

Pasada una semana de angustias, me senté con mi esposa para charlar. Necesitaba desahogarme. Me encontraba en un punto tal que no quería volver a la parroquia católica pero tampoco me sentía en paz con eso.

Después de la cena, oramos con los chicos y se fueron a dormir. Me senté y abrí mi corazón a mi esposa. Ella había sido una amante confidente y mi compañera de penurias y alegrías. Me escuchó con atención.

Sus palabras fueron tan sencillas como su conclusión: debía alejarme inmediatamente del sacerdote católico y tratar de recuperar la confianza de mis feligreses. Eso era lo prioritario. Teníamos una obligación de fe y teníamos que mantener una familia. No se hablaría más. El caso estaba resuelto... para ella.

Traté de cumplir con todo. Ella siempre fue la sensatez y me refrenaba en las locuras. Dejar de ir a la parroquia fue más fácil para el cuerpo que para mi alma. Algo me atraía de ese ambiente, y por lo demás deseaba la compañía de ese sacerdote provocador y bonachón.

Más difícil fue ganarme la confianza de los feligreses. Me exigían como prenda evidente que atacase más que nunca a la Iglesia para demostrar públicamente que no les guardaba ninguna simpatía.

Esto me costó, pues tenía que predicar omitiendo aquellos puntos en los que difería ya de mi anterior pensamiento.

Con el tiempo, mi familia y mis feligreses me dieron vuelta sus espaldas y fue la gran cruz que tuve que soportar por amar a Cristo en Su Iglesia.

Entrada en la Iglesia y abandono de todos.
Mi querido amigo se despide.


No he querido exponer aquí todas las cosas que charlé con el buen Padre M. durante semanas y semanas. Yo le visitaba furtivamente y el me acogía con amable paternalidad. Yo daba vueltas en torno al tema e intentaba responder a las sabias preguntas con las que me desafiaba. ¡Cómo detestaba tener que darle la razón!

El tiempo me fue haciendo más perceptivo a sus sutilezas e ironías. De alguna forma misteriosa este sacerdote me tenía cautivado. Me acorralaba hasta la muerte, pero me daba siempre una salida honorable. Le gustaba desmoronar todos mis argumentos.

Su estilo era único: destrozaba mis argumentos, acusaciones y refutaciones primero desde la lógica, dándome dos posibilidades... o quedar como un tonto o verificar por mi mismo esa estupidez. Luego, y sólo luego, me invitaba a revisar el punto que yo trataba –si tenía sentido– desde el punto de vista de las Sagradas Escrituras. Supongo que uno de sus mayores puntos fuertes era su sólida cultura y su gran vida de piedad.

Recuerdo perfectamente una fría mañana cuando recibí un aviso telefónico de la parroquia. Me pedía que le visitara en un hospital de los alrededores. Sin meditar en las normas de cautela que tomaba para evitar que mis feligreses se irritaran aún más conmigo, abandoné todo y partí. Ahí me enteré del doloroso cáncer que padecía –jamás dio muestras de sufrir– y del poco tiempo que le quedaba. La cabeza me daba vueltas. Sentía dolor por la partida de quien ya consideraba un amigo.

Tomé una decisión: haría pública nuestra amistad y le visitaría a diario. Pocos días después le trasladaron, a petición suya, a su residencia.

Desde ese día le acompañé a diario. Dejé muchos compromisos de lado. La tensión comenzó a crecer hasta llegar a agresiones verbales abiertas y amenazas de quitarme el cargo y el sueldo. Mi familia estaba amenazada con la pobreza.

Fueron días de mucha angustia. Sabía que caminaba por los caminos correctos. Incluso pensaba en hacerme admitir en la Iglesia. Los temores y las dudas de antes de la internación del Padre M. se disiparon. No quería arrepentirme de mis errores ni recibir el perdón y el consuelo de nadie más. Pero la situación que me rodeaba era tan compleja que me paralizaba.

Recé muchísimo y acudí a pedir el consejo del Padre M. Él me recibió con mucha amabilidad y escuchó con atención mis problemas. Él ya los conocía. Me habló de la fortaleza de esos mártires que no tuvieron en cuenta ni la carne ni la sangre ni las riquezas, sólo amaron la verdad y dieron público testimonio de su adhesión a la fe. "Más vale entrar al Cielo siendo pobres que irse al infierno por comodidades", sentenció.

Como adelanté al principio, reuní a mis feligreses y les hice una declaración de mi conversión. "¡El Demonio es protestante!" les dije para abrir la charla. Luego fueron abucheos y no me dejaron terminar las explicaciones.

Mas tarde reuní a mi familia y les platiqué de cada punto, y respondí a todas las objeciones de fe y de la situación. Mi esposa no discutió mucho: me expulsó de casa. Esa noche dormí acogido por el Padre M. quien me tranquilizó respecto al altercado. Desde entonces y después de pasados años de mi conversión nunca más fui admitido en casa como padre y esposo. Hoy les visito con tanta frecuencia como me permiten, pero sus corazones siguen muy endurecidos. El Padre M. tuvo muchas palabras para mí, pero las que más me llegaron fue su confesión de ofrecimiento de su vida por la salvación de mi alma... y que con gusto veía el buen negocio ya cerrado. Dios escuche las plegarias de mi buen amigo en el Cielo por mi esposa y mis seis hijos para que a su tiempo y forma vivan la vida de gracia de la santa fe.

La importancia de no tener miedo a la exigencia de la Iglesia Católica.
Roma... mi dulce hogar.


Rogué al buen sacerdote me preparara para abjurar mis errores y ser admitido en la Iglesia. Dispuso de todo y una mañana de abril de 2001 fui recibido en el seno de la Esposa de Cristo. En junio de ese mismo año mi querido amigo entregó su alma al Señor, siendo muy llorado por todos cuantos le conocimos mejor. Le lloraron los enfermos y presos que visitaba, los niños y jóvenes de catequesis, los pobres y necesitados que consolaba, los fieles que acudían a él en busca de consejo y del perdón de Dios. En tributo a él escribo estas líneas. Mi querido sacerdote y Revista Cristiandad.org fueron mis dos grandes apoyos e impulsores tanto de mi conversión como de mi impulso apostólico al trabajar especialmente con los conversos y preparados para la conversión.

Tras su partida la parroquia fue administrada por un sacerdote más cercano al estilo del predecesor del Padre M. Yo sentí mucho esto porque con su prédica y actuar desmentía muchos de esos grandes principios eternos que había conocido y amado.

A veces me pregunto por la oportunidad de muchos cambios que se hacen más para contentar a los malos que para agradar a los buenos. Recuerdo que mi sacerdote amigo no era muy afecto a ceder ante nosotros, sino mas bien a mostrarnos todas las banderas, incluso las más radicales. Y éstas fueron, precisamente, las que más me indignaron pero a un mismo tiempo me atrajeron.

Pero persevero en el amor a la Iglesia de siempre, a esa doctrina de la que el Señor dijo que pasarían Cielo y Tierra pero que ni una sola jota sería cambiada.

Bien sé por experiencia propia y por la de tantos que han compartido conmigo sus testimonios de conversión, que esos coqueteos con el error no producen conversiones. Y las pocas que se producen son de un género muy distinto –por superficiales y emocionales– de las verdaderas conversiones, esas que producen santos. La realidad es la que constataba a diario como Pastor protestante, cuando la poca preparación de los católicos y la confusión que produce el falso ecumenismo llenaban las bancas de nuestras iglesias y los bolsillos de nuestras congregaciones evangélicas. La ignorancia religiosa de los fieles es la cosa más agradecida por las sectas, porque al ser muchas veces hija de la pereza espiritual se acompaña por la pereza intelectual. Basta entonces cualquier cosa que les emocione, que les haga sentir queridos, y luego viene el sermón acostumbrado para hacerles dudar primero y luego darles respuestas rotundas. Eso los desestabiliza y luego les atrae nuestra seguridad. ¡Y luego salimos a la calle a gritar contra los dogmas!

Ahora, junto con ustedes, puedo acudir a los pies de María Santísima y pedir que por amor a la Divina Sangre de Su Hijo Amado obtenga la conversión de los paganos, de los herejes y cismáticos y que haciendo triunfar a la Iglesia sobre sus enemigos instaure la Paz de Cristo en el Reino de Cristo.


Luis Miguel Boulló
http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura201.htm

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miércoles, 4 de junio de 2008

CARTA DEL PAPA A LA CUMBRE DE LA FAO SOBRE SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

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"la creciente globalización de los mercados no siempre favorece la disponibilidad de alimentos y los sistema productivos con frecuencia están condicionados por límites estructurales, así como por políticas proteccionistas y fenómenos especulativos que dejan a poblaciones enteras al margen de los procesos de desarrollo. A la luz de esta situación, es necesario confirmar con fuerza que el hambre y la malnutrición son inaceptables en un mundo que, en realidad, dispone de niveles de producción, de recursos y de conocimientos suficientes para acabar con estos dramas y con sus consecuencias".

"¿cómo es posible permanecer insensibles a los llamamientos de quienes, en diferentes continentes, no logran alimentarse suficientemente para vivir? Pobreza y malnutrición no son una mera fatalidad, provocada por situaciones ambientales adversas y por calamidades naturales desastrosas. Por otra parte, las consideraciones de carácter exclusivamente técnico o económico no deben prevalecer sobre los deberes de justicia hacia los que padecen hambre. El derecho a la alimentación "responde principalmente a una motivación ética: 'dar de comer a los hambrientos' (cf. Mt 25,35), que apremia a compartir los bienes materiales como muestra del amor que todos necesitamos [...] Este derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la tutela y defensa de la vida humana, roca firme e inviolable donde se apoya todo el edificio de los derechos. Cada persona tiene derecho a la vida".

"Las dificultades actuales muestran cómo las modernas tecnologías, por sí mismas, no son suficientes para superar la carencia alimentaria, así como tampoco lo son las estadísticas o el envío de ayuda en casos de emergencia. Todo esto tiene ciertamente una gran importancia, sin embargo debe ser completado y orientado por una acción política que, inspirada en los principios de la ley natural que están inscritos en el corazón de los hombres, proteja la dignidad de la persona. De este modo, también se respeta el orden de la creación y se tiene "como criterio de orientación el bien de todos" (mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2008, n. 7)".

"Sólo la tutela de la persona, pues, permite combatir la causa principal del hambre, es decir, esa cerrazón del ser humano hacia sus semejantes que disuelve la solidaridad, justifica los modelos de vida consumista y disgrega el tejido social, preservando e incluso llegando a aumentar el surco de injustos desequilibrios, dejando a un lado las exigencias más profundas del bien. (Cf. Deus Caritas Est, 28)".

"Por tanto, si se hiciera valer el respeto de la dignidad humana en la mesa de las negociaciones, de las decisiones y de su aplicación, podrían superarse obstáculos que de otro modo son insuperables y se eliminaría, o al menos disminuiría, el desinterés por el bien de los demás. De este modo, sería posible adoptar medidas valientes, que no se rindan ante el hambre y la malnutrición, como si se tratara simplemente de fenómenos endémicos y sin solución. La defensa de la dignidad humana en la acción internacional, también de emergencia, ayudaría además a limitar lo superfluo en la perspectiva de las necesidades de los demás y a administrar de modo justo los frutos de la creación, poniéndolos a disposición de todas las generaciones".
A la luz de estos principios deseo que las delegaciones presentes en esta reunión asuman nuevos compromisos y se propongan llevarlos a cabo con gran determinación. ¡La Iglesia católica, por su parte, desea unirse a este esfuerzo! Con espíritu de colaboración, basándose en la antigua sabiduría, inspirada por el Evangelio, propone un llamamiento firme y sentido, que sigue siendo de gran actualidad para quienes participan en la cumbre: "Da de comer al que está muriéndose de hambre, si no le das de comer, le habrás matado" (Decretum Gratiani, c. 21, d. LXXXVI). Os aseguro que, en este camino, podéis contar con la contribución de la Santa Sede. Ésta, si bien se diferencia de los Estados, se une a ellos en los objetivos más nobles para sellar un compromiso que, por su misma naturaleza, involucra a toda la comunidad internacional: alentar a todo pueblo a compartir las necesidades de los demás pueblos, poniendo en común los bienes de la tierra que el Creador ha destinado a toda la familia humana".

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Este derecho primario a la alimentación está intrínsecamente vinculado con la tutela y defensa de la vida humana, roca firme e inviolable donde se apoya todo el edificio de los derechos humanos. Nunca será bastante, pues, el esmero que hay que poner para atender a las madres, especialmente a las que se hallan en grave dificultad, de modo que puedan traer a su prole al mundo con dignidad, evitando así el injustificable recurso al aborto. En este sentido, salvaguardar la vida humana, en particular la no nacida y ya concebida, cuya inocencia y desprotección es mayor, es una tarea siempre vigente, con la que está relacionado, por su propia naturaleza, el facilitar que la adopción de los niños esté garantizada en todo momento por la legalidad de los procedimientos utilizados para ello.

BENEDICTO XVI. Discurso al nuevo embajador ante la Santa Sede


Fuente: Zenit.

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martes, 3 de junio de 2008

CURIOSIDADES DE LA FE CATÓLICA


¿Sabías que...?

LOS MESES DEL AÑO
La Iglesia Católica dedica cada mes del año a una determinada devoción. Son estas:


Enero: Jesús Niño.
Febrero: Santísima Trinidad.
Marzo: San José, esposo de la Virgen María.
Abril: Resurrección de Jesucristo y Alegría Pascual.
Mayo: Mes de la Virgen María.
Junio: Mes del Sagrado Corazón de Jesús.
Julio: La preciosísima sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
Agosto: Mes dedicado al Corazón Inmaculado de María.
Septiembre: Mes dedicado a los dolores de Nuestra Señora.
Octubre: La Virgen del Rosario.
Noviembre: A las Almas del purgatorio.
Diciembre: A la infancia de Jesús.

¿CÓMO SE FABRICAN LAS FORMAS DE CONSAGRAR?

Las obleas se elaboran con masa de pan ácimo, es decir, sin levadura, como el que usó Jesucristo en la Última Cena. La receta de la oblea es muy sencilla: agua y una mezcla de harinas diferentes de trigo. Una de ellas, que es rica en gluten, es la que le confiere su textura acorchada. Tras obtener la masa, se extiende y se calienta entre dos planchas a 170 grados centígrados, lo que facilita la evaporación de los residuos líquidos. De este modo, se obtienen láminas delgadas de pan seco que son apiladas y humedecidas. Finalmente, las obleas se cortan con un cortamasas especial y se dejan airear durante unos seis días, antes de ser empaquetadas y distribuidas.

LOS CORPORALES DE DAROCA

Conocido y famoso es en España el caso de los corporales de Daroca. Según la tradición, un sacerdote se disponía a administrar la Comunión a unos guerreros, cuando los árabes atacaron repentinamente el campamento de los ejércitos cristianos, situado cerca del castillo de Codol. Para evitar la profanación, el celebrante guardó precipitadamente las Sagradas Formas envolviéndolas en los corporales que había sobre el altar.

Cuando, pasado el peligro, fue a ponerlas en el Sagrario, las Hostias consagradas habían sangrado y se habían adherido, por la propia sangre, al paño que las contenía. Seguros de que había sido un milagro, los cristianos se lanzaron contra los moros y los vencieron

Tras la victoria, las ciudades de Teruel, Calatayud y Daroca se sortearon los Corporales, quedándose en esta última ciudad. Y todos los años, el día del Corpus, se expone públicamente el Santísimo Misterio, como allí lo llaman.

LA SAGRADA FORMA INCORRUPTA DE EL ESCORIAL

El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (España), es un verdadero relicario de maravillas, de las cuales la más estimada es la Sagrada Forma, todavía incorrupta después de cuatro siglos, que fue profanada por un hereje, en compañía de otros zvinglianos, en Gorcamia, Holanda. En ella se puede ver claramente tres roturas producidas por los clavos de las botas que llevaba el que la pisó, y de las cuales brotó sangre en el momento de cometer el sacrilegio. Ante este prodigio, el profanador se convirtió a la religión católica, y más tarde se hizo religioso franciscano. Fue donada por Rodulgo II a Felipe ll, el piadoso fundador de El Escorial. En los días 29 de septiembre y 28 de octubre se hace solemne exposición de la Sagrada Forma, recordando fechas históricas relacionadas con la misma.

MÁS CURIOSIDADES

En la restauración del cuadro "La última cena" de Leonardo Da Vinci, participaron 100 personas que emplearon unas 50.000 horas cada una. Esta obra de arte, concluida en 1498, mide 8,8 metros y se encuentra en el refectorio de la iglesia de Santa María delle Grazie, en Milán. El trabajo costó más de 15.000.000 de dólares y demandó 21 años de labor.

Una de las curiosas novedades en el pontificado de Juan XXIII fue la introducción de una particular costumbre que todavía hoy continúa vigente. El Papa bueno fue quien inició el rezo público del Ángelus en la plaza de San Pedro todos los domingos y días de fiestas. Era una manera más de mostrar su cercanía a los fieles, y sobre todo de infundir en ellos el culto amoroso a la Virgen María.

Tras la oración a la Madre de Dios, Juan XXIII impartía su bendicion y aprovechaba para dirigirse a los presentes de la manera que a él más le gustaba, de forma espontánea, con un estilo familiar y cercano. Tanto gustó esta novedad a los católicos que visitaban Roma y a los propios romanos, que con el tiempo se ha convertido en uno de los actos públicos del Papa que nadie quiere perderse.

El proyectil que hirió gravemente a Juan Pablo II en el atentado cometido en la Plaza de San Pedro el día 13 de Mayo de 1.981 fue engarzado en la corona de la imagen de Ntra. Sra. de Fátima, que preside el Santuario de Cova de Iría. El propio Papa entregó la bala a Mons. Alberto Cosme, obispo de Leiría. El 13 de Mayo se celebra Ntra. Sra. de Fátima.

La palabra Papa proviene de una orden de Urbano II en 1098, donde se dice que servirá para designar a todos los pontífices, ya que reune las iniciales de Pedro, Apóstol, Pontífice y Augusto.

En 1889 falleció el Padre Damián de lepra, en Molokai (Hawai), como los enfermos que durante tantos años cuidó.

La tradición de poner el Belén en el mundo se remonta al año 1223, en una Navidad de la villa italiana de Grecio. En esta localidad, San Francisco de Asís reunió a los vecinos de Grecio para celebrar la misa de medianoche. En derredor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús, moldeado por las manos de San Francisco, se cantaron alabanzas al Misterio del Nacimiento; en el momento más solemne de la misa, aquella figura inmóvil adquirió vida, sonrió y extendendió sus brazos hacia el Santo de Asís. El milagro se había producido ante la vista de todos, y desde entonces la fama de los "Nacimientos" y su costumbre se extendió por todo el mundo.

A Fray Junípero Serra de le debe la evangelización de California. Era Franciscano y nació en Mallorca, España. Se fue a las Misiones, dejando atrás en el olvido su doctorado y cátedra de teología en la Universidad Lulliana de Palma de Mallorca

En 1979, Juan Pablo II nombró a San Francisco de Asís patrono de la ecología, porque discernía en toda criatura una imagen de Dios.

> La mitad de la producción de vino para consagrar en España se fabrica en un pueblo de Valencia llamado Turís.

El título de Cardenal adquirió su valor actual desde tiempos del Papa Nicolás II en 1059 y gradualmente hasta 1438 con el Papa Eugenio IV.

Santa Teresita de Lisieux, Doctora de la Iglesia desde 1997, entró en el Carmelo con sólo 15 años. Como no estaba permitido entrar tan joven, en una peregrinación a Roma, en compañía de su padre, se atrevió a pedir permiso al Papa León XIII.

El Santo Rosario: El mes de octubre tiene en el calendario religioso popular una dedicación tradicional, de gran raigambre: el santo Rosario. Siglos de presencia en la vida e historia de la Iglesia avalan su validez y le otorgan el primer lugar entre las devociones marianas.

Desde el Pontificado de Sixto IV, 1478, hasta nuestros días, el testimonio de todos los Papas sobre la excelencia del Rosario no ha podido ser más unánime. Sobre ninguna otra práctica de piedad han publicado jamás los Papas tanto número de Encíclícas.

La vida cristiana de millones de católicos en los últimos siglos está trenzada con el rezo del Rosario y la espiritualidad mariana se ha alimentado con esta oración y meditación. El Papa Pio XII lo definió como «el breviario de todo el Evangelio» y «norma popular» adaptada a la capacidad y al alcance de todos los fieles. Síntesis perfecta de oración mental y vocal amalgama las más preciosas plegarias con los contenidos fundamentales del Evangelio, del Dogma y de la Historia de la salvación.

En Lourdes y en Fátima, la Santísima Virgen mostró el rosario como instrumento de santificación y de salvación.

¿Por qué se llama «Misa del Gallo» la misa que se celebra el 24 de diciembre como término de la vigilia de Navidad? Porque esa misa solía caer «ad galli cantus» al canto del gallo, de donde le quedó su sugestivo nombre que nada tiene que ver con el hecho de que en algunos países acostumbraran comer gallo al horno en la cena de Nochebuena.

La gruta del Padre Nuestro: La primera iglesia en el monte de los Olivos fue erigida sobre una gruta que recordaba las enseñanzas de Jesús a sus discípulos y era conocida con el nombre de Eleona del griego Elaion = olivar. En la época de Constantino existían en Jerusalén tres grutas místicas: la de la Natividad, la del Calvario y la del monte de los Olivos. Eran tan importantes para los cristianos por los misterios que conmemoraban, que el emperador Constantino creyó conveniente honorarlas oficialmente con la erección de espléndidos edificios religiosos.

La historia de la Eleona nos es bien conocida hasta el año 614, data de la invasión de los persas. Según el patriarca de Alejandría, Eutiquio, la basílica estaba en ruinas en el s. X. Sin embargo un escrito del año 810 y algunos documentos litúrgicos de los siglos VII-X mencionan un lugar de culto cristiano con su clero y ceremonias en la Eleona. Puede ser que los cristianos reconstruyeran una capilla en el lugar o en sus inmediaciones. En los años 1095-1098, un poco antes de la llegada de los cruzados a Jerusalén, el lugar de la Eleona aparece asociado al Padre Nuestro. Según esta tradición aquí Jesús enseñó a sus discípulos la oración dominical.

Corpus Cristi: Esta fiesta de Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo se comenzó a celebrar en Lieja en 1246, siendo extendida a toda la Iglesia occidental por el papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. Este es el día de la eucaristía en sí misma, ocasión para creer y adorar, pero también para conocer mejor la riqueza de este misterio a partir de las oraciones y de los textos bíblicos distribuidos en los tres ciclos de lecturas

En el ciclo B que corresponde al año 1994 la primera lectura (Mc 14,12-16,22-26) confiesa el valor redentor de la sangre de Cristo, sangre de la nueva alianza que supera y hace ya inútil la sangre de los sacrificios que sellaron la antigua alianza en tiempos de Moisés, tal y como nos refiere también en la primera lectura el libro del Exodo (24, 3-8). En la segunda lectura la Carta a los Hebreos (9,11-15) expone definitivamente la fe cristiana en el sacrificio expiatorio y liberador de Cristo, sacerdote y víctima eternos por medio de su propia sangre.

Su nombre era María. Por lo que toca al significado de vocablo María, los especialistas han llegado a enumerar hasta 80 etimologías del nombre de María. El conjunto constituye una variada y encantadora letanía de alabanzas: Excelsa, Amada, Hermosa, Señora, Soberana... San Beda escribe que en hebreo quiere decir: Estrella del mar, y en siríaco: Señora. San Bernardo y Santo Tomás sostienen lo mismo y añaden una razón de conveniencia: como la estrella orienta hacia el puerto a los navegantes, María dirige a los hombres a Jesucristo.

De todas las etimologías aducidas las que ofrecen más garantías son tres: María vendría de Myriam: Amada de Yahvé; Marya: Señora. Otra interpretación hace derivar la palabra María de la raíz Rym que significa ser alto. En este supuesto María quiere decir el lugar alto donde Dios habita complacido. Lo cierto es que el significado etimológico más universalmente aceptado concuerda de modo maravilloso con el significado histórico-salvífico de la Persona de María. Este nombre traduce perfectamente que Ella es la Amada por excelencia de Dios. Y este es el significado que muchísimos dan al nombre de Myriam o Maryam del que procede María.

El Papa Juan Pablo II proclamó el día 1 de octubre de 1.999 en el Vaticano a tres mujeres, las santas Edith Stein (Carmelita Descalza), Catalina de Siena (Dominica) y Brígida de Suecia, copatronas de Europa. Su proclamación fue hecha en la Básilica de San Pedro durante la misa solemne de apertura del II Sínodo especial de obispos para Europa.

Santo Tomás de Aquino tuvo un día una "visión" celebrando Misa. Estaba por entonces escribiendo la Suma sobre los Sacramentos, y ya no escribió más. "No puedo más", repetía cuando le insistían en que acabase. "Lo que he escrito, comparado con lo que he visto, me parece ahora como el heno. No insistáis, no puedo más."

La Biblia Pastoral en Chino: Tras ocho años de intenso trabajo, el P. Bernardo Hurault, junto con el P. Pedro Campus, superior general de la Sociedad de San Pablo, presentó al Papa la Primera Biblia pastoral publicada en chino. La primera edición se ha distribuído en Hong Kong, Taiwan, Estados Unidos, Canadá y Singapur. La nueva edición, en caracteres simplificados, se distribuirá, en cambio, en China Continental.

La Basílica de Santa María la Mayor (Roma, Italia) es la Iglesia más antigua dedicada en Occidente a la Virgen María. En este templo se conserva la parte mayor de la cuna de Belén. En la Nochebuena, suele celebrar la Eucaristía en dicha basílica el Santo Padre, que es a la vez Obispo de Roma.

Cuando se inauguró el primer cable submarino entre Inglaterra y América, la Reina Victoria envió el primer mensaje con estas palabras . "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad".

Cada año hay 18 millones de católicos más que el año anterior. Durante un solo pontificado, el de Pablo VI, la religión Católica pasó de 600 a 750 millones ( entre 1963 y 1978 ). Durante el pontificado de Juan Pablo II, el número de católicos está aumentando desde los iniciales 750 millones a los 1071 millones actuales (datos sobre el año 2002)

El esfuerzo que hizo San Pablo en sus viajes es asombroso. Si contamos solamente el número de kilómetros de sus tres viajes por Asia Menor, Holzner (p. 247 ) , se llega al resultado siguiente :

Primer viaje, de Atalia hasta Derbe: 1000 Km (ida y vuelta).

Segundo viaje, de Tarso hasta Tróade: 1400 Km. Si se cuenta la excursión por la región de Galacia, hasta su capital Ancira, hay que añadir 526 kms. Es decir en el segundo viaje, solamente dentro del Asia menor, recorrió Pablo, por lo menos, 1926 kms. No olvidemos que la descripción del Libro de los Hechos es muy general. Se contenta con decir que atraviesa la región de Galacia y la Misia.

Tercer viaje, de Tarso hasta Efeso: 1150 Km. Además, visitó el territorio de Galacia. En este viaje, solamente dentro del Asia Menor, anduvo Pablo un mínimo de 1700 kms.

Añádanse además los viajes por tierras de Europa y por mar, los caminos difíciles, las diferencias de altura, el aumento de las carreteras o calzadas sobre el actual ferrocarril y se comprenderá la " indecible admiración que sentía Deissman a vista del esfuerzo puramente físico del viajero Pablo, quien con toda razón podía decir que azotaba a su cuerpo y lo domaba como a un esclavo " ( 1 Co 9, 27 ).

El número de jornadas o viajes por día se puede calcular a base de 30-35 Km. diarios. Se cuenta como un caso extraordinario haber recorrido en vehículo 27 millas ( 37 kms ) en las seis horas de la mañana. Lo ordinario era emplear todo el día para esa distancia. Pablo hacía sus viajes generalmente a pie ( 2 Co 11, 236 ).

La bandera de la Unión Europea está inspirada en la descripción de la Virgen del Apocalipsis. Europa, sin embargo, no reconocerá en su Constitución sus bimilenarias raíces cristianas.

Una novena es una devoción de oración privada o pública de nueve días para obtener alguna gracia o intención especial. Al pedir la intercesión por medio de la novena, debemos desear imitar las virtudes de quien invocamos y nos ha de llevar a abrir nuestro corazón a Dios buscando su voluntad. Las novenas requieren humildad, confianza y perseverancia, tres importantes cualidades de la oración eficaz.

El 23 de Febrero de 2008, se inauguró el monumento a Juan Pablo II en Santa Clara (Cuba), con motivo del décimo aniversario de su visita a la Isla. El monumento comenzó a construirse el 17-11-2007, luego de realizadas las obras de desmonte, canalización de aguas, relleno y nivelación del terreno- sobre un terreno en forma triangular, con una superficie de 437,50 metros cuadrados.

En el centro situaron la estatua de Juan Pablo II, de 2,20 metros de alto, que fue regalada por el cardenal Bertone. Quedó colocada sobre una pequeña plataforma y debajo de un techo en forma de curva, que evoca la Loma del Capiro, signo de la ciudad de Santa Clara que acogió con afecto y devoción al papa Juan Pablo II en la mañana del 22 de enero de 1998.

Se destaca como elemento arquitectónico una columna tapizada en piedra cuya altura es de 8, 20 metros y que se encuentra coronada por una cruz de 1,75 metros. A cierta altura de la columna será colocada una campana, perteneciente a una antigua capilla de la diócesis. Esta columna es signo de la Iglesia que se edifica sobre el cimiento de los apóstoles, y que está llamada a convocar a los hombres de todas las razas y culturas para anunciarles el mensaje de salvación: Jesucristo.

En un panel lateral aparecerá un facsímil con la expresión que acompañó todo el pontificado de Juan Pablo II: “Abran las puertas a Cristo”, indicando además la fecha de su visita a Cuba.

Otro elemento muy importante será la vegetación, integrada por abundante flora típicamente cubana, entre ellas la palma real; para lo cual será nueva y definitivamente plantada la misma que acompañó la misa del Papa, y que por estos años estuvo al cuidado de un campesino.

Como fondo de todo el conjunto y envolviéndolo, sobresale un mural a relieve con la imagen de la Virgen de la Caridad que extiende su manto sobre elementos que representan a Cuba: montañas, ríos, la flor de la mariposa, etc. queriendo significar con esto que ella es la Virgen, Madre del pueblo cubano y de la Iglesia. No podía faltar en este monumento la presencia de María Santísima, a quien Juan Pablo II profesaba una particular devoción y gratitud, expresa el mismo artículo, que adelanta además que en la inauguración y bendición del monumento estará presente la imagen peregrina de la Virgen de la Caridad, cuya historia hunde sus raíces en la sociedad santaclareña.

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martes, 6 de mayo de 2008

BENEDICTO XVI. VIAJE APOSTÓLICO A EE.UU.



"La defensa de la libertad es una llamada a cultivar la virtud, la autodisciplina, el sacrificio por el bien común y un sentido de responsabilidad ante los menos afortunados. Además, exige el valor de empeñarse en la vida civil, llevando las propias creencias religiosas y los valores más profundos a un debate público razonable".

"la historia demuestra en muchas ocasiones que «en un mundo sin verdad la libertad pierde su fundamento», y que una democracia sin valores puede perder su propia alma (cf. Centesimus annus, 46). La religión y la moralidad son «soportes indispensables» para la prosperidad política".

"la Iglesia desea contribuir a la construcción de un mundo cada vez más digno de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27). Está convencida de que la fe proyecta una luz nueva sobre todas las cosas, y que el Evangelio revela la noble vocación y el destino sublime de todo hombre y mujer (cf. Gaudium et spes, 10). La fe, además, nos ofrece la fuerza para responder a nuestra alta vocación y la esperanza que nos lleva a trabajar por una sociedad cada vez más justa y fraterna. Como vuestros Padres fundadores bien sabían, la democracia sólo puede florecer cuando los líderes políticos, y los que ellos representan, son guiados por la verdad y aplican la sabiduría, que nace de firmes principios morales, a las decisiones que conciernen la vida y el futuro de la Nación".

CEREMONIA DE BIENVENIDA.
Miércoles de 16 de abril de 2008




"la sutil influencia del laicismo puede indicar ( ) el modo en el que las personas permiten que la fe influya en sus propios comportamientos. ¿Es acaso coherente profesar nuestra fe el domingo en el templo y luego, durante la semana, dedicarse a negocios o promover intervenciones médicas contrarias a esta fe? ¿Es quizás coherente para católicos practicantes ignorar o explotar a los pobres y marginados, promover comportamientos sexuales contrarios a la enseñanza moral católica, o adoptar posiciones que contradicen el derecho a la vida de cada ser humano desde su concepción hasta su muerte natural? Es necesario resistir a toda tendencia que considere la religión como un hecho privado. Sólo cuando la fe impregna cada aspecto de la vida, los cristianos se abren verdaderamente a la fuerza transformadora del Evangelio".

"Para una sociedad rica, un nuevo obstáculo para un encuentro con el Dios vivo está en la sutil influencia del materialismo, que por desgracia puede centrar muy fácilmente la atención sobre el "cien veces más" prometido por Dios en esta vida, a cambio de la vida eterna que promete para el futuro (Mc 10,30). Las personas necesitan hoy ser llamadas de nuevo al objetivo último de su existencia. Necesitan reconocer que en su interior hay una profunda sed de Dios. Necesitan tener la oportunidad de enriquecerse del pozo de su amor infinito. Es fácil ser atraídas por las posibilidades casi ilimitadas que la ciencia y la técnica nos ofrecen; es fácil cometer el error de creer que se puede conseguir con nuestros propios esfuerzos saciar las necesidades más profundas. Ésta es una ilusión. Sin Dios, el cual nos da lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar (cf. Spe salvi, 31), nuestras vidas están realmente vacías".

"Hemos sido creados como seres sociales que se realizan solamente en el amor a Dios y al prójimo. Si queremos tener verdaderamente fija la mirada hacia Él, fuente de nuestra alegría, tenemos que hacerlo como miembros del Pueblo de Dios (cf. Spe salvi, 14). Si pareciera que esto va en contra de la cultura actual, sería sencillamente una nueva prueba de la urgente necesidad de una renovada evangelización de la cultura".

"En Estados Unidos, como en otras partes, hay actualmente muchas leyes ya en vigor o en discusión que suscitan preocupación desde el punto de vista de la moralidad, y la comunidad católica, bajo vuestra guía, debe ofrecer un testimonio claro y unitario sobre estas materias. No obstante, es más importante aún la apertura gradual de las mentes y de los corazones de la comunidad más amplia a la verdad moral: aquí hay todavía mucho por hacer. En este ámbito es crucial el papel de los fieles laicos para actuar como "levadura" en la sociedad. Sin embargo, no se debe dar por supuesto que todos los ciudadanos católicos piensen de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia sobre las cuestiones éticas fundamentales de hoy. Una vez más es vuestro deber procurar que la formación moral ofrecida a cada nivel de la vida eclesial refleje la auténtica enseñanza del Evangelio de la vida. A este respecto, un tema de profunda preocupación para todos nosotros es la situación de la familia dentro de la sociedad."

DISCURSO DEL PAPA A LOS OBISPOS DE ESTADOS UNIDOS.
Jueves, 17 abril 2008




"el tipo de secularismo de América plantea un problema particular: mientras permite creer en Dios y respeta el papel público de la religión y de las Iglesias, reduce sutilmente sin embargo la creencia religiosa al mínimo común denominador. La fe se transforma en aceptación pasiva de que ciertas cosas "allí fuera" son verdaderas, pero sin relevancia práctica para la vida cotidiana. El resultado es una separación creciente entre la fe y la vida: el vivir "como si Dios no existiese". Esto se ve agravado por un planteamiento individualista y ecléctico de la fe y la religión: alejándose de la perspectiva católica de "pensar con la Iglesia", cada uno cree tener derecho de seleccionar y escoger, manteniendo los vínculos sociales pero sin una conversión integral e interior a la ley de Cristo. Consiguientemente, más que transformarse y renovarse por dentro, los cristianos caen fácilmente en la tentación de acomodarse al espíritu mundano (cf. Rm 12,2). LO HEMOS CONSTATADO DE MANERA PUNZANTE EN EL ESCÁNDALO PROVOCADO POR CATÓLICOS QUE PROMUEVEN UN PRESUNTO DERECHO AL ABORTO".

"En un plano más profundo, el secularismo obliga a la Iglesia a reafirmar y perseguir todavía más activamente su misión en y hacia el mundo. Como ha puesto de manifiesto el Concilio, los laicos tienen una misión particular en este ámbito. Estoy convencido de que lo que necesitamos es un mayor sentido de la relación intrínseca entre el Evangelio y la ley natural por una parte y, por otra, la consecución del auténtico bien humano, como se encarna en la ley civil y en las decisiones morales personales. En una sociedad que tiene justamente en alta consideración la libertad personal, la Iglesia debe promover en todos los ámbitos de su enseñanza -en la catequesis, la predicación, la formación en los seminarios y universidades- una apología encaminada a afirmar la verdad de la revelación cristiana, la armonía entre fe y razón, y una sana comprensión de la libertad, considerada en términos positivos como liberación tanto de las limitaciones del pecado como para una vida auténtica y plena. En una palabra, el Evangelio debe ser predicado y enseñado como modo de vida integral, que ofrece una respuesta atrayente y veraz, intelectual y prácticamente, a los problemas humanos reales. La "dictadura del relativismo", al fin y al cabo, no es más que una amenaza a la libertad humana, la cual madura sólo en la generosidad y en la fidelidad a la verdad".

"debemos reconocer con preocupación la eclipse casi total de un sentido escatológico en muchas de nuestras sociedades tradicionalmente cristianas. Como saben, he planteado esta cuestión en la encíclica Spe salvi. Baste decir que fe y esperanza no se limitan a este mundo: como virtudes teologales, nos unen al Señor y nos llevan hacia el cumplimiento no solamente de nuestro destino, sino también al de toda la creación. La fe y la esperanza son la inspiración y la base de nuestros esfuerzos para prepararnos a la llegada del Reino de Dios. En el cristianismo no puede haber lugar para una religión meramente privada: Cristo es el Salvador del mundo y, como miembros de su Cuerpo y partícipes de sus munera profético, sacerdotal y real, no podemos separar nuestro amor por Él del compromiso por la edificación de la Iglesia y la difusión del Reino. En la medida en que la religión se convierte en un asunto puramente privado, pierde su propia alma".

RESPUESTAS DEL PAPA A LAS PREGUNTAS DE LOS OBISPOS ESTADOUNIDENSES.
Tras su discurso en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington.
Jueves, 17 abril 2008




"Los desafíos que se nos presentan exigen una instrucción amplia y sana en la verdad de la fe. Pero requieren cultivar también un modo de pensar, una "cultura" intelectual que sea auténticamente católica, que confía en la armonía profunda entre fe y razón, y dispuesta a llevar la riqueza de la visión de la fe en contacto con las cuestiones urgentes que conciernen el futuro de la sociedad" .

HOMILÍA DE BENEDICTO XVI EN LA MISA CELEBRADA EN WASHINGTON.
En el «Nationals Stadium».
jueves, 17 abril 2008




"es fuente de grave preocupación la difusión de la ideología secularista, que socava e incluso rechaza la verdad trascendente. La misma posibilidad de una revelación divina, y por tanto de la fe cristiana, se ha puesto a menudo en discusión por tendencias de pensamiento muy difundidas en los ambientes universitarios, en los medios de comunicación y en la opinión pública. Por estas razones, es necesario más que nunca un testimonio fiel del Evangelio. Se pide a los cristianos que den razón de su esperanza con claridad (cf. 1 Pe 3,15)".

"A veces las creencias y comportamientos cristianos fundamentales son modificados dentro de las comunidades por las así llamadas "acciones proféticas", basadas en una hermenéutica no siempre en consonancia con la Escritura y la Tradición. Como consecuencia, las comunidades renuncian a actuar como un cuerpo unido, y prefieren en cambio actuar según el principio de "las opciones locales". En este proceso, se pierde la necesidad de una koinonia diacrónica -la comunión con la Iglesia de todos los tiempos.- precisamente en el momento en el que el mundo ha perdido su orientación y necesita testimonios comunes y convincentes del poder salvador del Evangelio (cf. Rm 1,18-23).
Frente a estas dificultades, en primer lugar, debemos recordarnos que la unidad de la Iglesia deriva de la perfecta unidad de la Trinidad. El Evangelio de Juan nos dice que Jesús ha rogado al Padre para que sus discípulos sean uno, "como tú... en mí y yo en ti" (cf. Jn 17,21). Este pasaje refleja la firme convicción de la comunidad cristiana primitiva de que su unidad era fruto y reflejo de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esto, a su vez, muestra que la cohesión recíproca de los creyentes se fundaba en la plena integridad de la confesión de su credo (cf. 1 Tm 1,3-11). En todo el Nuevo Testamento vemos cómo los Apóstoles fueron llamados reiteradamente a dar razón de su fe, tanto ante los gentiles (cf. Hch 17,16-34) como ante los judíos (cf. Hch 4,5-22; 5,27-42). El núcleo central de su argumentación fue siempre el hecho histórico de la resurrección corporal del Señor de la tumba (Hch 2,24-32; 3,15; 4,10; 5,30; 10,40; 13,30). La eficacia última de su predicación no dependía de "palabras rebuscadas" o de "sabiduría humana" (1 Co 2,13), sino más bien de la acción del Espíritu (Ef 3,5), que confirmaba el testimonio autorizado de los Apóstoles (cf. 1 Co 15,1-11). El núcleo de la predicación de Pablo y de la Iglesia de los orígenes no fue otro que Jesucristo, y "éste, crucificado" (1 Co 2,2). Y esta proclamación debía de ser garantizada por la pureza de la doctrina normativa expresada en las fórmulas de fe, los símbolos, que articulaban la esencia de la fe cristiana y constituían el fundamento de la unidad de los bautizados (cf. 1 Co 15,3-5; Ga 1,6-9; Unitatis redintegratio, 2).

Mis queridos amigos, la fuerza del kerigma no ha perdido nada de su dinamismo interior. Sin embargo, debemos preguntarnos si no se ha atenuado toda su fuerza por una aproximación relativista a la doctrina cristiana similar a la que encontramos en las ideologías secularizadas, que, al sostener que solamente la ciencia es "objetiva", relegan completamente la religión a la esfera subjetiva del sentimiento del individuo. Los descubrimientos científicos y sus realizaciones a través del ingenio humano ofrecen a la humanidad sin duda nuevas posibilidades de mejora. Esto no significa, sin embargo, que lo que "puede ser conocido" ha de limitarse a lo que es verificable empíricamente, ni que la religión esté confinada al reino cambiante de la "experiencia personal".

La aceptación de esta línea errónea de pensamiento conduciría a los cristianos a la conclusión de que en la exposición de la fe cristiana no es necesario subrayar la verdad objetiva, porque no hay más que seguir la propia conciencia y escoger la comunidad que más concuerde con los propios gustos personales.
También en el movimiento ecuménico, los cristianos se muestran reacios a afirmar el papel de la doctrina por temor a que esto sirva sólo para exacerbar, más que para curar, las heridas de la división. A pesar de esto, un testimonio claro y convincente de la salvación que Cristo Jesús ha realizado en favor nuestro debe basarse en la noción de una enseñanza apostólica normativa, esto es, una enseñanza que realmente subraye la palabra inspirada de Dios y sustente la vida sacramental de los cristianos de hoy.


Solamente "manteniéndose firmes" en la enseñanza segura (cf. 2 Ts 2,15) lograremos responder a los retos que nos asaltan en un mundo cambiante. Sólo así daremos un testimonio firme de la verdad del Evangelio y de su enseñanza moral. Éste es el mensaje que el mundo espera oír de nosotros. Igual que los primeros cristianos, TENEMOS LA RESPONSABILIDAD DE DAR UN TESTIMONIO TRANSPARENTE DE LAS "RAZONES DE NUESTRA ESPERANZA", de manera que los ojos de todos los hombres de buena voluntad se abran para ver que Dios ha manifestado su rostro (cf. 2 Co 3,12-18) y nos ha permitido acceder a su vida divina a través de Jesucristo. Sólo Él es nuestra esperanza".

ENCUENTRO ECUMÉNICO.
Viernes 18 de abril de 2008




En nombre de la libertad debe haber una correlación entre derechos y deberes, por la cual cada persona está llamada a asumir la responsabilidad de sus opciones, tomadas al entrar en relación con los otros. Aquí, nuestro pensamiento se dirige al modo en que a veces se han aplicado los resultados de los descubrimientos de la investigación científica y tecnológica. No obstante los enormes beneficios que la humanidad puede recabar de ellos, algunos aspectos de dicha aplicación representan una clara violación del orden de la creación, hasta el punto en que no solamente se contradice el carácter sagrado de la vida, sino que la persona humana misma y la familia se ven despojadas de su identidad natural. Del mismo modo, la acción internacional dirigida a preservar el entorno y a proteger las diversas formas de vida sobre la tierra no ha de garantizar solamente un empleo racional de la tecnología y de la ciencia, sino que debe redescubrir también la auténtica imagen de la creación. Esto nunca requiere optar entre ciencia y ética: se trata más bien de adoptar un método científico que respete realmente los imperativos éticos.

"Como sabemos, la fundación de las Naciones Unidas coincidió con la profunda conmoción experimentada por la humanidad cuando se abandonó la referencia al sentido de la trascendencia y de la razón natural y, en consecuencia, se violaron gravemente la libertad y la dignidad del hombre. ( ) Cuando se está ante nuevos e insistentes desafíos, es un error retroceder hacia un planteamiento pragmático, limitado a determinar “un terreno común”, minimalista en los contenidos  y débil en su efectividad".

"la Declaración (de derechos humanos) se aplica a cada uno en virtud del origen común de la persona, la cual sigue siendo el punto más alto del designio creador de Dios para el mundo y la historia. Estos derechos se basan en la ley natural inscrita en el corazón del hombre y presente en las diferentes culturas y civilizaciones. Arrancar los derechos humanos de este contexto significaría restringir su ámbito y ceder a una concepción relativista, según la cual el sentido y la interpretación de los derechos podrían variar, negando su universalidad en nombre de los diferentes contextos culturales, políticos, sociales e incluso religiosos. Así pues, no se debe permitir que esta vasta variedad de puntos de vista oscurezca no sólo el hecho de que los derechos son universales, sino que también lo es la persona humana, sujeto de estos derechos".

"La experiencia nos enseña que a menudo la legalidad prevalece sobre la justicia cuando la insistencia sobre los derechos humanos los hace aparecer como resultado exclusivo de medidas legislativas o decisiones normativas tomadas por las diversas agencias de los que están en el poder. Cuando se presentan simplemente en términos de legalidad, los derechos corren el riesgo de convertirse en proposiciones frágiles, separadas de la dimensión ética y racional, que es su fundamento y su fin. Por el contrario, la Declaración Universal ha reforzado la convicción de que el respeto de los derechos humanos está enraizado principalmente en la justicia que no cambia, sobre la cual se basa también la fuerza vinculante de las proclamaciones internacionales. Este aspecto se ve frecuentemente desatendido cuando se intenta privar a los derechos de su verdadera función en nombre de una mísera perspectiva utilitarista".

"el discernimiento (capacidad de distinguir el bien del mal) muestra cómo el confiar de manera exclusiva a cada Estado, con sus leyes e instituciones, la responsabilidad última de conjugar las aspiraciones de personas, comunidades y pueblos enteros puede tener a veces consecuencias que excluyen la posibilidad de un orden social respetuoso de la dignidad y los derechos de la persona. Por otra parte, una visión de la vida enraizada firmemente en la dimensión religiosa puede ayudar a conseguir dichos fines, puesto que el reconocimiento del valor trascendente de todo hombre y toda mujer favorece la conversión del corazón, que lleva al compromiso de resistir a la violencia, al terrorismo y a la guerra, y de promover la justicia y la paz".

"Es inconcebible ( ) que los creyentes tengan que suprimir una parte de sí mismos –su fe– para ser ciudadanos activos. Nunca debería ser necesario renegar de Dios para poder gozar de los propios derechos. Los derechos asociados con la religión necesitan protección sobre todo si se los considera en conflicto con la ideología secular predominante o con posiciones de una mayoría religiosa de naturaleza exclusiva. No se puede limitar la plena garantía de la libertad religiosa al libre ejercicio del culto, sino que se ha de tener en la debida consideración la dimensión pública de la religión y, por tanto, la posibilidad de que los creyentes contribuyan la construcción del orden social. ( ) El rechazo a reconocer la contribución a la sociedad que está enraizada en la dimensión religiosa y en la búsqueda del Absoluto –expresión por su propia naturaleza de la comunión entre personas– privilegiaría efectivamente un planteamiento individualista y fragmentaría la unidad de la persona".

Paz y prosperidad con la ayuda de Dios!
Peace and Prosperity with God’s help!
Paix et prospérité, avec l’aide de Dieu!
سَلامٌ  وَإزْدِهَارٌ  بعَوْن ِ الله ِ!
因著天主的幫助願大家  得享平安和繁榮 !
Мира и благоденствия с помощью Боҗией!

Muchas gracias.

ENCUENTRO CON LOS MIEMBROS DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS.
Viernes 18 de abril de 2008




Pienso en los afectados por el abuso de la droga y los estupefacientes, por la falta de casa o la pobreza, por el racismo, la violencia o la degradación, en particular muchachas y mujeres. Aunque las causas de estas situaciones problemáticas son complejas, todas tienen en común una actitud mental envenenada que se manifiesta en tratar a las personas como meros objetos: una insensibilidad del corazón, que primero ignora y después se burla de la dignidad dada por Dios a toda persona humana".

"El segundo grupo de tinieblas -las que afectan al espíritu- a menudo no se percibe, y por eso es particularmente nocivo. La manipulación de la verdad distorsiona nuestra percepción de la realidad y enturbia nuestra imaginación y nuestras aspiraciones. ( ) Hay que salvaguardar rigurosamente la importancia fundamental de la libertad. No sorprende, pues, que muchas personas y grupos reivindiquen en voz alta y públicamente su libertad. Pero la libertad es un valor delicado. Puede ser malentendida y usada mal, de manera que no lleva a la felicidad que todos esperamos, sino hacia un escenario oscuro de manipulación, en el que nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo se hace confusa o se ve incluso distorsionada por quienes ocultan sus propias intenciones".

"¿Han notado ustedes que, con frecuencia, se reivindica la libertad sin hacer jamás referencia a la verdad de la persona humana? Hay quien afirma hoy que el respeto a la libertad del individuo hace que sea erróneo buscar la verdad, incluida la verdad sobre lo que es el bien. En algunos ambientes, hablar de la verdad se considera como una fuente de discusiones o de divisiones y, por tanto, es mejor relegar este tema al ámbito privado. En lugar de la verdad -o mejor, de su ausencia- se ha difundido la idea de que, dando un valor indiscriminado a todo, se asegura la libertad y se libera la conciencia. A esto llamamos relativismo. Pero, ¿QUÉ OBJETO TIENE UNA "LIBERTAD" QUE, IGNORANDO LA VERDAD, PERSIGUE LO QUE ES FALSO O INJUSTO? ( ) Queridos amigos, la verdad no es una imposición. Tampoco es un mero conjunto de reglas. Es el descubrimiento de Alguien que jamás nos traiciona; de Alguien del que siempre podemos fiarnos. Buscando la verdad llegamos a vivir basados en la fe porque, en definitiva, la verdad es una persona: Jesucristo".

"Como creyentes, ¿cómo podemos ayudar a los otros a caminar por el camino de la libertad que lleva a la satisfacción plena y a la felicidad duradera? VOLVAMOS UNA VEZ MÁS A LOS SANTOS. ¿De qué modo su testimonio ha liberado realmente a otros de las tinieblas del corazón y del espíritu? La respuesta se encuentra en la médula de su fe, de nuestra fe. ( ) ¿Y qué irradia?. Es la luz que "ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos" (Exsultet). Ésta es la luz de Cristo en acción. Éste es el camino de los santos. Ésta es la visión magnífica de la esperanza. La luz de Cristo les invita a ser estrellas-guía para los otros, marchando por el camino de Cristo, que es camino de perdón, de reconciliación, de humildad, de gozo y de paz".

"Sin embargo, a veces tenemos la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, de dudar de la fuerza del esplendor de Cristo, de limitar el horizonte de la esperanza. ¡Ánimo! Miren a nuestros santos. La diversidad de su experiencia de la presencia de Dios nos sugiere descubrir nuevamente la anchura y la profundidad del cristianismo. Dejen que su fantasía se explaye libremente por el ilimitado horizonte del discipulado de Cristo. A veces nos consideran únicamente como personas que hablan sólo de prohibiciones. Nada más lejos de la verdad. Un discipulado cristiano auténtico se caracteriza por el sentido de la admiración. Estamos ante un Dios que conocemos y al que amamos como a un amigo, ante la inmensidad de su creación y la belleza de nuestra fe cristiana".

ENCUENTRO CON LOS JÓVENES Y LOS SEMINARISTAS.
Sábado 19 de abril de 2008




"También para algunos de nosotros, desde dentro, la luz de la fe puede amortiguarse por la rutina y el esplendor de la Iglesia puede ofuscarse por los pecados y las debilidades de sus miembros. La ofuscación puede originarse por los obstáculos encontrados en una sociedad que, a veces, parece haber olvidado a Dios e irritarse ante las exigencias más elementales de la moral cristiana".

"Esta imagen, ¿no nos hace pensar quizás en la necesidad de ver todas las cosas con los ojos de la fe para, de este modo, poder comprenderlas en su perspectiva más auténtica, en la unidad del plan eterno de Dios? Esto requiere, como sabemos, una continua conversión y el esfuerzo de "renovarnos en el espíritu de nuestra mente" (cf. Ef 4,23) para conseguir una mentalidad nueva y espiritual. Exige también el desarrollo de aquellas virtudes que hacen a cada uno de nosotros capaz de crecer en santidad y dar frutos espirituales en el propio estado de vida".

"¡Podemos avanzar sólo si fijamos juntos nuestra mirada en Cristo! Con la luz de la fe descubriremos entonces la sabiduría y la fuerza necesarias para abrirnos hacia puntos de vista que no siempre coinciden del todo con nuestras ideas o nuestras suposiciones. Así podemos valorar los puntos de vista de otros, ya sean más jóvenes o más ancianos que nosotros, y escuchar por fin "lo que el Espíritu nos dice" a nosotros y a la Iglesia (cf. Ap 2, 7)".

HOMILÍA EN LA CATEDRAL DE SAN PATRICIO DE NUEVA YORK.
Sábado, 19 abril 2008




"Sólo perdiendo la propia vida, como nos dice el Señor, nos encontramos realmente a nosotros mismos (cf. Lc 17,33). La verdadera libertad florece cuando nos alejamos del yugo del pecado, que nubla nuestra percepción y debilita nuestra determinación, y ve la fuente de nuestra felicidad definitiva en Él, que es amor infinito, libertad infinita, vida sin fin. "En su voluntad está nuestra paz".
Por tanto, la verdadera libertad es un don gratuito de Dios, fruto de la conversión a su verdad, a la verdad que nos hace libres (cf. Jn 8,32). Y dicha libertad en la verdad lleva consigo un modo nuevo y liberador de ver la realidad. Cuando nos identificamos con "la mente de Cristo" (cf. Fil 2,5), se nos abren nuevos horizontes. A la luz de la fe, en la comunión de la Iglesia, encontramos también la inspiración y la fuerza para llegar a ser fermento del Evangelio en este mundo. Llegamos a ser luz del mundo, sal de la tierra (cf. Mt 5,13-14), encargados del "apostolado" de conformar nuestras vidas y el mundo en que vivimos cada vez más plenamente con el plan salvador de Dios".

"¿Qué otra ofrenda estamos llamados a realizar, sino la de dirigir todo pensamiento, palabra o acción a la verdad del Evangelio, o a dedicar toda nuestra energía al servicio del Reino de Dios? Sólo así podemos construir con Dios, sobre el cimiento que es Cristo (cf. 1 Co 3,11). Sólo así podemos edificar algo que sea realmente duradero. Sólo así nuestra vida encuentra el significado último y da frutos perdurables".

"Debe crear nuevos "lugares de esperanza" (cf. Spe salvi, 32 ss) en los que el Reino de Dios se haga presente con todo su poder salvador.
Además, rezar con fervor por la venida del Reino significa estar constantemente atentos a los signos de su presencia, trabajando para que crezca en cada sector de la sociedad. Esto quiere decir afrontar los desafíos del presente y del futuro confiados en la victoria de Cristo y comprometiéndose en extender su Reino. Significa superar toda separación entre fe y vida, oponiéndose a los falsos evangelios de libertad y felicidad. Quiere decir, además, RECHAZAR LA FALSA DICOTOMÍA ENTRE LA FE Y LA VIDA POLÍTICA, pues, como ha afirmado el Concilio Vaticano II, "ninguna actividad humana, ni siquiera en los asuntos temporales, puede sustraerse a la soberanía de Dios" (Lumen gentium, 36).

"Que encuentren la audacia de proclamar a Cristo, "el mismo ayer, hoy y siempre", y LAS VERDADES INMUTABLES que se fundamentan en Él (cf. Gaudium et spes, 10; Hb 13,8): son verdades que nos hacen libres. Se trata de las únicas verdades que pueden garantizar el respeto de la dignidad y de los derechos de todo hombre, mujer y niño en nuestro mundo, incluidos los más indefensos de todos los seres humanos, como los niños que están aún en el seno materno".

HOMILÍA DE BENEDICTO XVI EN EL «YANKEE STADIUM» DE NUEVA YORK.
Domingo, 20 abril 2008




Textos completos del Viaje apostólico a los Estados Unidos y visita a la sede la ONU.
(15-21 de abril de 2008):
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2008/april/index_sp.htm


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