domingo, 4 de mayo de 2008

CESAR VIDAL CONTRA EL CARLISMO.



El pasado 22 de abril de 2008, los locutores de la cadena COPE Federico Jiménez Losantos y César Vidal en su programa radiofónico “La Mañana” hicieron una serie de comentarios sobre el Carlismo y las guerras carlistas totalmente inexactos, poco documentados e innecesariamente denigrantes no ya para los carlistas, sino incluso para cualquier español. A título ejemplificativo, el locutor César Vidal hizo las siguientes afirmaciones, entre otras:

- “Carlos V era bastante bruto y estaba rodeado de una camarilla de indeseables, y en fin, creo que no peco contra la caridad cristiana hablando así”.

- “Se dedicó a intrigar durante los años siguientes para evitar que la legalidad se cumpliera”.

- “A saber lo que podía suceder en un país tan extraño como España”.

- “Los carlistas practicaron el deporte de lanzarse al monte hasta 1936”.

- “Los carlistas pretendían que la libertad era nefasta y peligrosa y que la igualdad era inaceptable entre los españoles y contraponían la desigualdad de los fueros”.

- “Los carlistas aborrecen una cosmovisión de libertad y de igualdad”.

- “El Carlismo acaba convirtiéndose en un fenómeno nefasto para la historia de España y sigue dando coletazos en sus hijos, el nacionalismo catalán y el nacionalismo vasco”.

La Comunión Tradicionalista Carlista protesta por las mentiras que César Vidal ha vertido desde los micrófonos de la COPE, respecto al origen de las guerras civiles del siglo XIX y al Carlismo.

Falsea unos hechos; oculta otros; en una palabra. Miente como lo saben hacer los corifeos de la Revolución.

Desde hace 175 años el Carlismo se viene oponiendo, a costa de grandes sacrificios, a la implantación de la Revolución en España. Una Revolución que cubriéndose con la bandera de la Libertad ha perseguido a la Iglesia, con mayor o menor intensidad pero sin descanso, desde su aparición en España. En todo ese tiempo, la Revolución no ha encontrado más resistencia, sea política o militar que la del Carlismo.

Todavía en 1936, al Carlismo le quedaron arrestos para colaborar de manera decisiva a la derrota de la República que perseguía sangrientamente a la Iglesia. Para participar en esa lucha, los carlistas olvidaron los agravios que le habían sido infringidos por el Ejército al que se unían y no plantearon más que tres exigencias: la primera que cesase la persecución a la Iglesia y se derogase toda la legislación anticatólica de la República.

Por eso la CTC ve con dolor cómo desde una emisora dependiente de la Conferencia Episcopal, se falsifica su historia y se difama y calumnia a sus antecesores. Y piensa que no es desmesurado exigir una reparación: la verdad y su honor lo requieren.

No es extraño que semejante cúmulo de mentiras y calumnias hayan partido de la boca de César Vidal. Protestante cuyo odio a la Iglesia se hace patente en su obra “El último ajusticiado”, en la que demuestra haberse quedado anclado en el siglo XVI y permanecer hoy ajeno a las relaciones entre la Iglesia y las que surgieron de la ruptura luterana. Lo triste es que pueda hacerlo desde una emisora de la que la Iglesia es dueña de la mayor parte.

Como católicos, aunque no hubiéramos sido ofendidos, lamentamos esa presencia en la emisora, así como la de otro locutor cuyo lenguaje, carente de toda corrección humana y, por lo tanto de caridad evangélica, escandaliza a muchos oyentes. En ambos casos se está sacrificando a la eficacia comercial el testimonio cristiano. Si luego nos van mal las cosas, no nos lamentemos.

ALGUNOS ARGUMENTOS HISTÓRICOS

Parece mentira que los defensores de la dinastía liberal no hayan progresado nada en sus argumentos anti-carlistas. Los que César Vidal ha empleado en la COPE para "demostrar" la ilegitimidad del movimiento carlista son los mismos que vienen empleando desde el siglo XIX.

.../...

2. SOBRE LA PERSONA DE DON CARLOS

Es mentira que D. Carlos V fuera un “bruto y ambicioso”. El General liberal Marqués de Mendigorría en su obra “Mis Memorias íntimas” formula el siguiente juicio sobre él: ”Distinguióse aquel Príncipe desde los primeros años por una probidad y honradez verdaderamente intachables, por el sentimiento de rectitud que guiaba todos los actos de su vida... Creo positivamente que si en la conciencia de D. Carlos hubiera penetrado la convicción de que los derechos a la corona eran patrimonio de la hija de su hermano el Rey Fernando, no habría tenido Doña Isabel en todo su reinado súbdito más fiel y obediente, defensor más constante y decidido.”

Es mentira que D. Carlos firmara en Portugal en enero de 1833 un documento como “yo el Rey”. D. Carlos salió de Madrid el 16 de marzo de 1833. D. Carlos se abstuvo de toda acción política mientras vivió su hermano. Eso lo reconocen historiadores liberales. Y de eso le acusamos los carlistas.

3. SOBRE EL CARLISMO Y LOS CARLISTAS

Es más que una frivolidad afirmar que los carlistas eran aficionados al “deporte de lanzarse al monte”. Los carlistas eran conscientes de los peligros y sacrificios que para ellos suponía levantarse contra la Revolución. Lo hicieron en toda España en tres ocasiones: en 1833, en 1872 y en 1936. Por el contrario, los políticos y militares liberales protagonizaron diez y siete pronunciamientos. Hemos conocido a miembros de familias que aún estaban padeciendo las estrecheces que les supuso la derrota de 1876 y no dudaron en volver a levantarse en 1936. Lo hicieron porque se lo reclamaba el deber de salvar a la Patria de las garras de la Revolución.

Es mentira que los carlistas defendían que la Ley Sálica no se podía cambiar. Defendían que no se había cambiado, pues lo que hizo Fernando VII carecía de todo valor.

Jamás afirmaron los carlistas que la libertad fuera "nefasta". Rechazaban la libertad abstracta que figuraba en los papeles y que mataba las libertades concretas que la Tradición sancionaba.

Sí es cierto que afirmaban que la igualdad era, y es, imposible. Y los hechos les han dado la razón. Da lo mismo que se trate de regímenes comunistas que de liberales. La misma Constitución de 1812 exigía que sólo pudieran ser diputados quienes tuvieron “una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios”; los ricos.

Finalmente es mayor mentira que los nacionalismos nazcan del Carlismo. Al contrario, los nacionalismos surgen a final del siglo XIX, cuando algunos catalanes y vascos quieren defenderse de los abusos de los gobiernos liberales. Y lo hacen por un camino equivocado: admitiendo la mentira liberal de que “la nación es dueña absoluta de sus destinos”. Prueba más clara del origen liberal de los nacionalismos no se puede encontrar.

29 de abril de 2008
Comunión Tradicionalista Carlista. Junta de Gobierno
email: carlistas@carlistas.es

PORTADA...

No hay comentarios: